A algún individuo que pasaba por la plaza Escamilla este fin de semana le ha molestado la letra ‘H’ de la leyenda que figura en la escultura en homenaje a Gonzalo Rojo: ‘Hablemos de Coín y flamenco’ era demasiado. Tal ha sido el desagrado que ha provocado, que ha decidido romperla, sin más. Sin embargo la reacción ante la colocación de plantas ha debido ser la contraria, ya que algunas de ellas han desaparecido de su macetero, lo cual indica que a algún otro individuo le han gustado tanto que ha decidido arrancarlas y llevárselas a su casa, donde lucirán mejor. El resultado de ambas acciones es el mismo: el destrozo del patrimonio público renovado para el agrado de los vecinos de Coín y pagado con dinero de todos. Y una lamentable imagen de nuestras calles y de la actitud de algunas personas. Para evitar este tipo de actos vandálicos que se han producido nada más inaugurar la calle de la Feria con la nueva ornamentación, es necesaria la colaboración ciudadana, llamando la atención de las personas que estén causando daño en mobiliario o denunciando la situación.