Cuando uno contempla el circuito final al que deben hacer frente los participantes de la eternal running tras haber completado los duros 10 kilómetros de carrera campo a través, entiende porque esta cita de carácter internacional levanta tantas pasiones. Una autentica gymkana deportiva, con pruebas tan divertidas como exigentes ponen el colofón a una carrera en la que la competición pasa a un segundo plano, y lo que importa es terminar y divertirse mientras se participa. En grupo o individualmente, con amigos o familia, equipados como profesionales o disfrazados como en noche vieja, todo vale en esta prueba que desde primeras horas de la mañana de ayer reunión en el entorno de los llanos del nacimiento a miles de corredores procedentes de los más variados puntos de la geografía andaluza.