El mundo empresarial es complicado y mantener a flote un negocio depende de muchas variables, en ocasiones difíciles de predecir y de gestionar. Por ello cuando nos encontramos ante una empresa familiar que ha mantenido sus puertas abiertas durante varias generaciones y que cumple 100 años de vida no queda más que reconocer la buena labor que se ha llevado a cabo. Eso es lo que desde el ayuntamiento de Coín se ha querido hacer con la Droguería Moderna, que en este 2019 ha celebrado su primer siglo de vida.
Para Antonio Bernal y su mujer, encargados de gestionar este negocio durante décadas antes de cederlo a la nueva generación que ahora rige los destinos de la empresa familiar, el acto fue muy emotivo y reconoce tanto la historia del comercio como su capacidad para adaptarse a los intensos cambios de los últimos tiempos.
En la especialización y el conocimiento del producto que se tiene entre manos está la clave para que un comercio pueda permanecer en el tiempo tantos años y fidelizando clientes, no solo del entorno más cercano.