Las mujeres en el medio rural han supuesto a lo largo de los siglos el motor vital para el mantenimiento de los ámbitos rurales y domésticos. Han sido las que con su trabajo silencioso e invisible, han organizado las tareas para la supervivencia de la familia. Mujeres luchadoras, que han trabajado desde el alba hasta en muchas ocasiones la medianoche, en las tareas del campo, el mantenimiento de la casa, la comida, y el cuidado de hijos y familiares, sin tregua ni descanso. Fuensanta Marmolejo, es una mujer orgullosa de sus raíces rurales, y a la que no le pesa la dura tarea de ser mujer en el ámbito rural.