Tras haber permanecido siete semanas cerrados a causa del estado de alarma decretado por la pandemia del coronavirus, los establecimientos comerciales de menos de 400 metros cuadrados, entre ellos los talleres mecánicos, tenían la opción de volver a prestar sus servicios desde el 4 de mayo. En la práctica la mayoría del sector ha aprovechado esta semana para preparar una reapertura que será efectiva a partir del próximo lunes, eso sí con una serie de condicionantes que garanticen la seguridad de empleados y clientes. Lo primero es evitar una gran concentración de personas en un mismo espacio y por ello se recomienda encarecidamente a los clientes pedir cita previa por vía telemática o telefónica.
Para poder prestar el servicio desde el sector se recuerda que hay que seguir unas estrictas medidas de seguridad, recogidas en el Boletín Oficial del Estado, y que, al margen de la limitación del aforo y la necesidad de pedir cita previa, incluyen una serie de pautas en materia de seguridad e higiene. Unas consideraciones que van a suponer un cambio de hábitos tanto para los trabajadores como para los clientes para garantizar la distancia mínima de 2 metros entre personas y evitar, en la medida de lo posible, nuevos contagios por Covid-19. La forma de operar en los vehículos por parte de los profesionales también se verá modificada por las circunstancias.
Conviene saber que por norma general deberás llevar el vehículo a un taller de la propia localidad, ya que todavía está vigente la limitación de la circulación. También debemos tener en cuenta que el BOE establece que los establecimientos comerciales tienen que disponer de un horario de atención con servicio prioritario para mayores de 65 años. Las urgencias, que suponen en torno al 15% de los servicios que prestan los talleres, están garantizadas y si algún conductor necesita una reparación de emergencia no debería de haber problemas para que el taller pueda asumirla.
Como hemos visto el taller garantiza la desinfección del coche, ya que durante el proceso de reparación se utilizan fundas desechables para cubrir los asientos y después se procede a la limpieza de las zonas de mayor riesgo. El tiempo extra y el material preciso para desarrollar todo el protocolo no tendrá una repercusión económica para el cliente ya que será asumido íntegramente por los propios talleres.
