Desde el año pasado la escuela municipal de padres se convirtió en escuela de familias, para incluir en el proceso de aprendizaje a niños y jóvenes y completar así la formación de los progenitores, con el objetivo de mejorar los resultados del trabajo que se desarrolla en esta entidad. Para ello se integraron en los grupos que se organizan talleres infantiles y juveniles, en el que participan menores desde los 7 a los 15 años y que ya están a pleno rendimiento.