La crisis del coronavirus lo ha trastocado todo. A la parte sanitaria, sin duda la más grave y urgente, se unen las consecuencias económicas derivadas del cierre temporal de empresas y la nueva realidad que impone el distanciamiento social como primera medida preventiva. Este último punto ha supuesto en la práctica la cancelación de cualquier tipo de evento en el que pudieran producirse aglomeraciones o reuniones multitudinarias, lo que de un plumazo ha cancelado giras, festivales, conciertos… La productora LOASUR de Coín, que entre otras actividades se centra en la producción de este tipo de eventos, ha visto como la temporada alta del sector se ha perdido este año.
Las consecuencias del cierre prolongado del sector y de las limitaciones que se presentan para su regreso suponen poner en riesgo una industria en la que trabajan en nuestro país más de 700.000 personas. Más allá de las caras conocidas, de las estrellas, o de las productoras, el sector audiovisual está compuesto por técnicos que desempeñan su labor alejados del foco mediático. Ahora su puesto de trabajo pende un hilo.
El regreso, en aquellos lugares en los que sea factible se realizará siguiendo un exhaustivo protocolo de seguridad. Una serie de medidas que en principio son asumibles por las empresas. Lo complicado será llevar a la práctica el trabajo diario.
No obstante desde LOASUR han querido poner en conocimiento de la industria que ellos, tomando todas las medidas de seguridad necesaria, regresan a la actividad. Entienden que el sector es clave por su capacidad de generar contenidos de interés general y de promoción cultural y patrimonial y esperan la comprensión de las administraciones para poder retomar la actividad con cierta garantía. De momento la empresa que dirige Paco Lomeña ya cuenta con dos proyectos a corto plazo que se podrán acometer en sus instalaciones y con los servicios que presta LOASUR.
