Las fiestas de primavera tenían que haber comenzado el 30 de abril y así se hizo. Vecinos y vecinas de Coín sacaron todo de lo que disponían en sus casas para decorar balcones y ventanas y disfrutar de la feria. Farolillos, banderolas, mantones y flores han adornado las fachadas y calles en estos primeros días de mayo. El ambiente creado por los coineños y coineñas confinados animaba a olvidarse por unos momentos de la pandemia y el aislamiento y a compartir con los más cercanos unos momentos de alegría y celebración.
También la música típica de estas fiestas ha resonado por todos los rincones de Coín y los balcones se han convertido en estos días en escenarios improvisados para disfrutar bailando del ambiente creado. Los vecinos y vecinas se contagiaban, eso sí, de la alegría de la primavera, el buen tiempo y las ganas de celebrar la feria.
Las fiestas de primavera se han vivido de esta forma tan particular en todas las calles y plazas, casco antiguo, periferia y urbanizaciones. Los patios de las casas también se han engalanado para la ocasión con todos los detalles. El confinamiento ha potenciado la creatividad y la imaginación y no ha empañado las ganas de disfrutar de la feria.
