Buen tiempo y gran afluencia de público. Los establecimientos participantes en la VII Ruta de la Tapa han hecho un balance muy positivo de estos cuatro días de propuestas culinarias, elaboradas con productos de la huerta coineña. Unas tapas en las que era importante sorprender tanto en la presentación como en el paladar, como el caso de la tapa trampantojo, con aspecto de brownie pero sabor a morcilla.
Para los empresarios que se han sumado a esta ruta es importante promocionar los productos de la tierra, innovar y atraer a público nuevo.
Los productos dulces también protagonizaron la ruta, como la propuesta de Pastelería Dulcinea, donde combinaron 4 chocolates para formar el bocado perfecto.
Desde un taco ranchero a un solomillo de cerdo blanco, la mezcla de texturas convenció al público y creó buen ambiente en la calle, en el recorrido por la séptima edición de esta ruta de la tapa que se despide este año con ganas de repetir y mejorar la experiencia.